Cómo traicionar sin ser descubiertos: los 10 secretos

La traición puede ser un buen remedio para la vida de pareja. Puede representar un momento de transgresión, un puro placer, para luego volver de nuevo a la rutina de la vida de pareja. Puede ser también un diversivo con el que expresar nuestro deseo de libertad y de bienestar sexual. Lo importante es vivir esta experiencia con tranquilidad, sin demasiadas preocupaciones. Es por esto que Adultery.es ha redactado una serie de consejos para tener un desliz, sin dejarse descubrir por la pareja. He aquí cómo comportarse, paso por paso:


  1. Discreción absoluta. La elección del lugar es fundamental

    Los encuentros extraconyugales deben ocurrir en un lugar alejado de ojos indiscretos. Evitar del todo los lugares atestados de gente o, peor aún, aquellos lugares que vuestra pareja o algún conocido puedan visitar. Muy a menudo muchos escogen el propio lugar de trabajo para traicionar: sin embargo es necesario prestar mucha atención a las consecuencias que podría haber a nivel profesional. Es mejor escoger un lugar neutral.


  2. Cuidado con el móvil, las redes sociales y el correo electrónico

    Al manejar la comunicación con el amante es preferible no utilizar el número de teléfono oficial, el que se utiliza normalmente. Se aconseja utilizar una dirección de correo electrónico específica para organizar los encuentros extraconyugales. Por lo que respecta a las redes sociales, hay que prestar mucha atención: son suficientes pocos amigos en común para echar a perder un encuentro secreto. Lo mejor es mantener al propio amante fuera de las listas de Facebook y Twitter.


  3. Ausencias estratégicas y encuentros planificados

    Es fácil dejarse arrollar por el fuego de la pasión, y perder el contacto con la realidad, en una relación extraconyugal. Sin embargo, para mantener un equilibrio en la vida personal que garantice tranquilidad, es recomendable manejar de manera adecuada las ausencias de casa, utilizando excusas plausibles. Para los hombres es bueno alternar entre un partido de fútbol y una cena de trabajo. Las mujeres, en cambio, pueden usar como excusa una ida a cine con las amigas, o una terapia de masajes.


  4. Tres indicios son una prueba

    Es necesario tener cuidado con los rastros de los encuentros extraconyugales. Nunca dejar en los bolsillos facturas de hoteles, recibos de cenas en restaurantes de lujo o billetes de cine. Evitar entrar en casa con vestidos que tengan rastros de maquillaje o de perfume del amante.


  5. Mantener las propias costumbres

    Es recomendable no cambiar de improviso las propias costumbres con base en la relación extraconyugal. Por lo tanto, se recomienda mantener, en la medida de lo posible, los horarios y ritmos de vida. Intentar mantener los espacios de vida de pareja en la relación oficial.


  6. A las preguntas, responder con convicción

    Si, a pesar de todas las precauciones necesarias, la pareja resulta sospechosa y pide explicaciones respecto de nuestras salidas, evitar ser evasivos. Tener preparada siempre una coartada sólida, con detalles sobre el lugar, el horario y la compañía que cubran el momento de la traición.


  7. El amante perfecto

    Escoger el propio amante de manera cuidadosa: evitar personas que pertenezcan al ambiente laboral o que sean cercanas a la familia. Todas estas precauciones son fundamentales para no caer víctimas de chantajes y para evitar que un placentero encuentro extraconyugal se transforme en una relación peligrosa. Evitar también las personas solteras: quien ya tiene una relación oficial aceptará de buen grado el papel de amante, sin pretender excesivas atenciones.   


  8. Recuerdos grabados en la memoria. Nada más.

    Durante los encuentros extraconyugales es recomendable evitar absolutamente cualquier foto o vídeo en compañía del amante, si bien esto signifique renunciar a encuentros más picantes. Estos divertidos juegos podrían ser una prueba tangible que podría usarse en nuestra contra.


  9. Ningún confidente

    Nunca hablar a nadie de la propia relación extraconyugal, ni siquiera a los amigos más cercanos, a los confidentes o a los parientes. Sus buenos sentimientos hacia nosotros o, peor aún, hacia nuestra pareja podrían resultar en obstáculos inesperados y obligarnos a descubrir nuestro juego.


  10. Negar, negar y negar. Siempre. 

    Si, a pesar de haber seguido paso por paso este vademécum, vuestra pareja llega a la conclusión de que ha sido traicionada, no os queda más que negar. De hecho, si no os han descubierto in fraganti, será su palabra contra la vuestra.

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